Ideal para cualquier ocasión, ya sea como plato ​principal en un almuerzo ligero o como entrada en ​una cena especial.

Sabor: un equilibrio perfecto entre la dulzura del maíz y ​la cebolla caramelizada, junto con el sabor suave y ​herbáceo del puerro.

Maridaje:

Vino blanco: Acompaña esta tarta con un vino blanco ​ligero y fresco, como un Sauvignon Blanc o un ​Chardonnay sin madera, para realzar sus sabores.

Ideal para cualquier ocasión, ya sea como plato ​principal en un almuerzo ligero o como entrada en ​una cena especial.

Sabor: La acidez dulce de los tomates, el frescor del pesto ​de albahaca y la cremosidad de la mozzarella crean una ​sinfonía de sabores irresistible.

Maridaje:

Vino blanco o rosado: Acompaña esta tarta con un vino ​blanco ligero y afrutado, como un Pinot Grigio, o un vino ​rosado seco para resaltar sus sabores frescos.

Ideal para cualquier ocasión, ya sea como plato ​principal en un almuerzo ligero o como entrada en ​una cena especial.

Sabor: La suavidad de la crema y la jugosidad del pollo se ​combinan con especias delicadas para crear un sabor que ​reconforta y satisface.

Maridaje:

Vino blanco: Acompaña esta tarta con un vino blanco ​suave y cremoso, como un Chardonnay con toques de ​roble, para resaltar sus sabores

Ideal para cualquier ocasión, como plato principal ​en un almuerzo elegante o como entrada en una cena ​especial.

Sabor: un equilibrio perfecto entre el sabor terroso de los ​hongos, el ahumado del provolone y la suavidad cremosa ​de la mozzarella.

Maridaje:

Vino tinto o blanco: Acompaña esta tarta con un vino ​tinto ligero como un Pinot Noir, o un vino blanco como un ​Sauvignon Blanc, para resaltar sus sabores